viernes, 7 de diciembre de 2012

El Pin y el Pan

Desde aquí se puede leer el informe sobre Jorge Pinchevsky que cuenta con una ilustración de Rocambole que permanecía inédita.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Entrevista a Pez

Publicada en el número 113 de Revista Sudestada, correspondiente al mes de octubre.

Foto: Martín Santoro.

"Trashpunk"

Aquí la reseña sobre el libro web de Ramiro Sanchis.

"Restos de restos".

Aquí la reseña publicada en La Pulseada.

Fesaalp

Aquí la visión DG.

Los chingones en La Plata

Aquí algunas sensaciones del recital.

La 57

Acá, el resumen del número.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Una banda descontrolada

Aquí una reseña en el número de agosto.

En el camino


Zam-bha con olor a tabaco dulzón. El Zam-bha de la tarjeta invisible, la hippie card. Che Zam-bha de los libros inconseguibles, dorados. Vos Zam-bha que te me metiste en el camino de alguna feria y me dijiste “por favor, se ruega tocar”. Y me señalaste libros, me explicaste el funcionamiento, profundizaste -siempre- sobre algún tema y me despediste con un mate.
Todo y algo de eso dice esta foto, que ya es vieja pero que hoy será uno de tus reflejos cuando te busquemos en esta tierra desguazada. Este tipo que decía llamarse Zam-bha vivía de un proyecto: cambiaba libros de su tienda ambulante por confianza. “Llevalo, leelo y si te gusta y te lo querés quedar venís un día, cualquier día, y me lo pagás. Acá te doy mi tarjeta, en esta hippie card están mis datos, con ella me vas a poder encontrar”, decía y daba. El aire te llegaba a la palma de la mano porque esa hippie card no era de papel, no era palpable, era cualquier cosa que uno se podía imaginar en ese momento.
Canoso, un par de cubas en su nuca, ojos curtidos y achinados; de manos ásperas, de un solo corazón para varios amores; tres hijos, frutos de la tierra de ayer. 
Zam-bha siempre estaba sentado como en esta foto. Esperaba el contacto con el ser porque le “interesaba profundamente las posibilidades evolutivas de la raza humana, sabiendo que para eso se necesita despertar del ensueño”. Se veía a Zam-bha, puesto como en esta imagen, imantar a las jóvenes de flores en sus pechos y pubis mientras el gran relator disparaba alguna teoría filosófica y explicaba cómo Borges había sentido a la biblioteca inútil, esa de Babel. Explicaciones que rozaban la esencia de su tarjeta, leyendas más bien para congratular el arte de lo improbable.
Hace apenas unos pocos días, este viajero que quería irse a vivir a las sierras de Córdoba descubrió un camino. Algunos dicen que es ahí cuando se termina el recorrido, pero otros advierten que al final está el tesoro. Es así como este hippie sin su época llegó al final del arco iris y vio una puerta, la que por siglos se ha tratado de encontrar en las historias de aventura. Antes de eso, Zam-bha nos dejó una carta. Decía: “…Zam-bha… invita por este único medio, a familiares y amigos, a un momento de reflexión y regocijo ante el maravilloso viaje que he emprendido de regreso a casa. Reciban, desde lo más elevado de este mi tránsito entre ustedes, mi gratitud por todo lo aprendido; y les ruego interesadamente disculpen los errores de mi torpeza (para hacer más liviano mi equipaje). A quién se sienta mi acreedor, perdón por no tener con que pagar. Y si por acaso alguien creyera que me adeuda, no le va a faltar, en esta tierra empobrecida a quien ayudar como si levantara una copa brindando por mí”.
El librero más colorido y aromático que conocí tenía una camioneta donde transportaba sus libros y cajones. Sentado en la puerta de mi casa, pensando este texto, la veo pasar: “El trashumante”, va su nombre pintado sobre uno de sus costados. Va perdida entre zanjas, pozos y baches. Se escucha su gastada bocina como si fuera un alarido desconcertante. Va esa camioneta sin su compañero conductor como re-caliente por no haber podido entrar con él al final de ese secreto.
PD: “p.d: ¡realmente fue hermoso vivir!”.

Publicada en el número 111 -Aniversario- de Revista Sudestada - Agosto 2012.

viernes, 27 de julio de 2012

De Garage muestra la nueva etapa de la banda que se formó en la ciudad y que logró que la hinchada cante sus canciones. Haciendo base en su nuevo disco, “El costado izquierdo”, el verso y la nostalgia pintan un nuevo territorio.
“Que llegue, que llegue,
el tiempo en que se quiere”.
Rimbaud
Aquí el enlace de la nota entera.

jueves, 19 de abril de 2012

Presentación de la Biografía de Zitarrosa

La cita tendrá lugar en el Salón de los Espejos de la Facultad de Derecho de la UNLP, calle 48 entre 6 y 7 (ex Jockey Club), a las 19 horas. Además de Guillermo Pellegrino, se contará con la presencia del cancionista Martín Raninqueo, quien interpretará temas de Zitarrosa y propias, y del guitarrista y arreglador Diego Rolón.
Aquí una breve reseña que escribí sobre el libro para La Pulseada.

viernes, 6 de abril de 2012

María Josefq

Agregado: “Yo antes era dark, ahora soy luminoso”.

Página 43: “No hay mujer que no tenga conciencia de su belleza, pero hay algunas pocas, poquísimas, que eligen no ofrecer esa información al público; la conservan para una segunda instancia de intimidad. Son mágicas, desde el momento en que dejan de ser invisibles. Hasta entonces parecen hechas para no llamarnos la atención, para que las sorteemos invisiblemente en nuestro camino. Y, de golpe, no podemos parar de mirarlas, no queremos otra cosa que tocarlas, sólo nos importa mantenernos a su lado el tiempo que nos sea posible”.

lunes, 26 de marzo de 2012

domingo, 18 de marzo de 2012

A 30 años

Salió el primer número de este año. El viernes por la noche, cuidados por un centro cultural, decíamos que es un orgullo participar en este medio. Aquí una reseña que escribí para esta edición.

viernes, 16 de marzo de 2012

Otro morbo mambo

-Y má allá del rock, ¿escuchás jazz?

- Todavía no llegué. Claro que me interesa la música popular, pero la de latinoamérica es tan variada que todavía no la termino de escuchar.

domingo, 4 de marzo de 2012

Los caminos

“Paco Urondo me ha dicho (…)… y le he pedido a mi vieja que me sirva un café y bebo en honor de Paco este solitario café que de otra manera se enfriaría en el pocillo esperando el día porque aquí no hay tiempo realmente para las ceremonias del ocio y todo se reduce a voces y urgencias y paredes y señales”.

La 50

sábado, 25 de febrero de 2012

Moby Dick is not dead

Hasta no hace mucho pensaba que la educación no formal era como un pequeño kayak frente a la educación formal llegando de frente como carguero gritón, una bestia de metal. No se puede seguir ampliando la perspectiva de la visión porque te viene una sensación extraña, sentís como que si seguís aumentando la cabeza te explotará. Sin embargo el kayak sigue adelante y no bambolea. La bestia de metal es imponente y parece sufrir, es arrastrada por dos corceles dorados que van sumergidos a su espalda y por delante. Como cuando un gladiador  agarra un pedazo de tierra del suelo donde va a combatir y la siente, la huele, la tira; las manos del kayak asoman y penetran al río al igual que esos biguás que salen repiqueteando el agua apenas unos metros adelante. Un triturador de superficie a las espaldas del kayak adorna aún más la situación; la mente, el cuerpo y la emoción definen a un sujeto integral que mantiene el equilibrio a bordo de la pequeña embarcación. Ya no queda más tiempo, el kayak sigue el aprendizaje como proceso y la bestia de metal grita, sufre y recula. Estanca hacia puerto argentino porque necesita alimentarse y el kayak libre y en paz se dirige a río abierto porque no hay estructura estatal que lo sostenga para tontas obligaciones. Y ahora sí: al horizonte se espantan cien patos de fuego porque Moby Dick is not dead.

jueves, 9 de febrero de 2012

Abrázame, nunca estuve tan solo

Me avisan por teléfono y se corta la luz.  Todavía algo se ve porque son casi las siete de la tarde. Me voy de la charla y contesto monosílabos hasta que corto. Me quedo sentado en el living sordo, quieto. Estoy en la silla que tiene acolchado amarillo y rechina. Pienso en cómo pestañeo, pienso unos mates, pienso dejar de hacer lo que venía haciendo, y no hago nada. Estoy quieto y en silencio. Recién empieza.
Me meto en la pieza y me apoyo en el suelo, ya en la oscuridad se sienten más los títeres. No se muestran, hacen ruido. Es el origen de la tristeza y no me refiero a la muerte de un amigo durante la infancia. Es la muerte ahora, hoy que me levanté con poca luz, dolor de mi hombro izquierdo por la humedad y ni una canción. Es la muerte hoy.
Desde el suelo tengo una ventana de frente y bibliotecas a mi espalda. Hay olor a pollo quemado y el piso de parquet tiene hojas secas. En silencio meto mi pie derecho en una pantufla marrón y la saco. Vuelvo a repetir la acción hasta que me empieza a transpirar el pie y dejo de hacerlo. Cuando las cosas dejan de moverse siento estar solo, desabrazado. Sin querer tiro una pila de cajas azules con mi brazo derecho y veo cómo se van desparramando unos diarios, no las ordeno y pienso que podría haberlas tirado de un piñón, al menos serviría de algo, pero las cajas se cayeron por accidente, y eso es todo lo que pasó en ese momento.
Las garrapatas se meten por la ventana, algunas explotan de tan comidas; dejan manchas en la cortina azul. Varias me rodean por el lado donde está la cama y otras se vienen por la izquierda, donde un placard roza la pared húmeda. Se acomodan con sus cosas y retratan imágenes en movimiento y otras que deben revelar. Unas pocas que no veo llegan hasta mis extremos, me pican y dejan en mi cuerpo ronchas entre moradas y verdes.
Una nube de humo parece meterse desde afuera y en realidad es el pollo que ya no sirve. Tengo un papel en la mano lleno de tierra, con un número que no conozco. Puedo marcarlo en el celular y terminar de sacarme la duda pero no lo hago. No entiendo de dónde salen las hormigas, me pongo a buscar algunos pequeños hormigueros y no encuentro nada; salvo el de la entrada, pero ese hace rato que está y no molesta, respeta los horarios. Y Fabián que todavía no escribió, que tampoco me escribe.
Me siento olor a chivo y tengo la frente latosa. Mi vieja fue la que me avisó: se quedó callada dos segundos en el teléfono y luego lo dijo, con algo de temor, como dándose cuenta de la mierda. No sé por dónde va a salir pero ahora estoy solo y hay silencio, respeto, palabras que nunca hubieran aparecido, ni hablar de sus títeres metafóricos, inentendibles. Trato de levantar una biblioteca y ni la muevo, me quedo mirándola. Hay un sueño, un hombre de luz, espero, me espera, nos despedimos, nos prometemos vuelta, lo quiero, “se lo va a extrañar” dice la postal de una de las garrapatas, te dejo mis cosas se atreve a consolarme, me dice hasta siempre, le digo hasta pronto.
Cuando caigo ya estoy en la calle hecha barro. Inútil. Idiota. Con las manos mojadas, el cuerpo. Y unos changos que pasan, comentan:
—Se viene con todo, hasta en el barrio lloverá.

Dedicado a Luis Alberto Spinetta.

miércoles, 1 de febrero de 2012

El enterrador y la muerte

"La semilla se prende de cualquier campo, los cuerpos sólo explotan en mi cuerpo que es santo".

lunes, 30 de enero de 2012

Despedidas

Hay algo que no cierra. A veces -la mayoría- no cobran sentido, pero a veces son terminales, como la de bondis. Hasta que no decida viajar a Finisterre, espero que esa manito que se vuelve cada vez más chica y se convierte en polvo de ruta me vuelva a tejer mientras decoro una madera. Y ahí sí que la despedida será pura falacia.

jueves, 26 de enero de 2012

Actualización

Luego del receso, y todo cargado, De Garage se vuelve a reactivar. Aquí y aquí les dejo algo de lo que escribí en el número de diciembre. Luego les cuento lo que salga de las primerAs reuniones, o no.

martes, 24 de enero de 2012

Los discos, las toallas

Lavar las toallas es como bajar discos, de a ratos tenés que asomarte para hacer un nuevo click. Cuánto dolor hay por estos días en los que cada vez se hace más difícil. Hay que aprovechar antes de que esto se vuelva tarea imposible. Apuren con los discos; de las toallas ni hablemos.

lunes, 23 de enero de 2012

Tengo una vaca lechera

Acabar con el cerebro para tus libros y tu batería del reproductor. No enganchar las breves paradas para el refresco y el slongue. Bajan y suben personas que renuevan la compañía de tu asiento del pasillo. Los pies hinchados, ya no hay paisaje que no sectorice un juego de ajedrez. Ese señor de cejas grandes y cinto con hebilla podría ser Kurt Cobain encubierto, y se podría despertar, y podría tocarse un tema, tendría que decir “Hello, hello, hello…” y lo que todos saben, y podría el Kurco dejar de desaparecer. Y no es que sea tremendo mi estancamiento, lo es más su paladar. Bueno ya fue, estoy cansado, quiero llegar.

martes, 17 de enero de 2012

1Q12

Qué tal, arranca el año. Como verán el Boris está pensando todavía los colores que le faltan a la nueva covacha. Como toda mudanza se empieza a vivir antes de los últimos toques y así estamos en este espacio. Pero el sol ya pegó fuerte y en este momento empieza el segundo año de la covacha sin interrupciones. Por eso, y muchísimas otras cosas, aquí les dejo un enlace de Agencia NaN, donde reseñé a unos pingazos bárbaros a principio de mes. Y en los próximos días se vienen algunas reflexiones, salud. ¡Ah!, me olvidaba: plena vibra para el 2012, un amigo -en extremo pensamiento- me hizo recordar que este año no se acaba el mundo porque McFly, cuando viajó al futuro, estuvo en el 2015.