Míster a
A NORMA le falta sólo el mastering para sacar a, su tercer disco. De Garage se mete luego de cinco años al rock dos tonos y anota algunos detalles.
Por Facundo Arroyo
“Un sonido nuevo para comunicar (se)” y las últimas dos sílabas se extienden abrazando la histeria. El tercer disco de NORMA empieza afirmando bandera en Fetal, porque NORMA ya la tiene clavada pero el rockdostonos o rock expresionista necesita expandirse. “NORMA era una buena idea al principio, ahora lo simple es más complejo”, dice Chivas que es la voz, el cerebro, el despojo y la ironía. “Yo en seguida empiezo a dirigir. Perdón”, dice en un pasillo largo donde se le pierde la mirada y luego se tira contra sus compañeros para captar una foto más. Una instantánea.
Ya han pasado casi cinco años desde que De Garage se metió en este mismo pasillo donde nace, se reproduce y activa NORMA. Al lado de un cine sí, una confitería cheta sí, un local “de no saber qué cosa”, sí, también. NORMA sigue siendo Chivas Arguello en guitarra y voz, Gualberto De Orta en guitarras, Ricardo Baldoni en bajo y Pablo Coscarelli en batería. Chivas ahora tiene el pelo más corto y Richard se lo dejó crecer, la banda vomitó dos celebrados discos y un tercero que está por salir a la calle. “En agosto si todo sale bien”, comentan.
Hay doce temas definidos: Freezer, Habitación, Pañuelo, Voces, 746, Hacha, NDI, Grises, Rosas, Fetal, Poder y Mentes. Existen algunas pistas del orden, como su inicio, pero sólo eso. En la sala de ensayos hay un papel con las canciones de los tres discos, en los dos primeros están en el orden en que aparecen en el material editado pero los del tercero, supuestamente, están desordenados. Lo dice Richard que abre los ojos grandes y se le hincha una vena en la frente. Luego aparece una copia con los temas grabados, sin masterizar, y nuevamente no cumplen con el orden de aparición; en esa ocasión lo dice Gualberto (Ugo) que se queda mirando y se sonríe. No se sabe bien porqué, pero la ironía y la oscuridad de NORMA nunca desaparece, entonces quizás el orden esté pero uno jamás lo sabrá hasta que finalmente ande en estado de distribución.
“¡A!, a, ¿a?, ahá”, dicen como si fueran monosílabos, esclavos minimales, amantes de la reducción, creadores de los dos tonos. Y si son más que no se noten, o que crean que siguen siendo dos. Entonces así se va a llamar su nuevo disco: “a”, minúscula, quizás con tipografía Garamond, siempre al pecho, siempre directo.
Hay un míster que parece meterse por la música de la banda. Música que termine transmitiéndose por el rock, no el reggae ni la samba, sino la manera más directa de comunicar su necesidad de expresarse. En la voz mecanizada y asfixiada de su cantante, en el filo de los arreglos de Ugo o en los golpes machacantes de Richard siempre un míster aparece como espíritu y NORMA se conecta para el público.
Pero a veces no es sólo un míster, ahora puede haber varios, sino escuchen a Chivas cuando Ugo advierte que en Mentes aparece la voz de Astarita: “Es como un homenaje a Míster América grabar con Astarita. En realidad no fue tan premeditado. Yo agarré un tema de ellos y lo empecé a tocar en casa, después lo junté con otro tema y quedó Mentes, como una respuesta a Míster América. Y ahí surgió la idea de invitarlo a Gustavo porque es amigo y porque le sumaba un color especial. Es un tema distinto porque es medio lento. Tiene un corte en el medio que nosotros no solemos hacer y entonces quedaba con un espíritu muy particular.
Martín Graziano dice en el libro La Plata, ciudad inventada: “Lo genial de detenerse en Gustavo Astarita era que equivalía a detenerse en la música, porque lograba algo extraordinario: ser las canciones. El tipo interpretaba como si fuera un actor de cine mudo; un Buster Keaton psicodélico descubriendo su voz de felpa, capaz de invocar la brisa y hasta el tornado. Esas canciones, no me cabía duda, eran la carne de su cuerpo desgarbado. En su condición de performer y songwriter, Astarita se asumía como un eslabón más del linaje que unía a Bowie con Ney Matogrosso, pasando por Federico Moura. De aquella primera noche, lo recuerdo cantando versos así: Podría ser / el tirano que me obligue /a creer lo que no quiero. / Quizás, tal vez, / habitando una casa / en lo que pienso. Esa tensión entre una música asociada al entretenimiento -a go-go, lounge, easy listening- y una lírica metafísica, era una bomba. Un lobo vestido de cordero. Podía perturbar o brotar la carcajada, pero, en cualquier caso, todos los caminos conducían al palacio de la conmoción… Muy pronto fui decodificando que no era el artificio de un solo hombre. Míster América era, de verdad, una banda”.
Entonces Chivas se entusiasma en un living con demasiada luz y cuenta: “Fue la banda con la que flashé por primera vez. Fue de las primeras bandas que vi en vivo, era increíble, impresionante. Además de Pilu y Horacio estaban el cuervo Karakachoff en teclados (Peligrosos Gorriones) y Francisco en la batería (Bochatón, PG). Eran una súper banda y yo los vi en el Boulevard del sol, ni me acuerdo qué año era. Iba a Libro 49 (librería) a pedirle los demos a Gustavo y él me los grababa en casete y después nos hicimos amigos. La vida nos fue uniendo. Es uno de los héroes dentro de mi cabeza. Me acuerdo siempre de él, de su forma de decir, de su música, de las veces que tocamos juntos. Está muy presente en mi carrera musical Gustavo”.
-¿Es como el Bowie platense?
Chivas: “Es mucho más, porque es de La Plata. Bowie es el Astarita de Londres”.
“Más no estás, más quiero”
-¿Qué esperan de un tercer disco de una banda que les gusta?
Antes de reflexionarlo los cuatro individuos todavía se acomodan en un pequeño living y piensan en terceros discos que les hayan gustado. Los nombres caen como si fueran un nuevo riff de Ugo: 154 de Wire; Reggatta de Blanc The Police; Supergrass homónimo; London Calling de The Clash. Pausa. Respiran.
Chivas: “El tercer disco de alguna forma es un nuevo cachetazo, es como decir que tenemos que cambiar un poco. Enfocar o desenfocar. Tomar otro rumbo, me parece, siempre el tercer disco se toma así”. Ugo: “Se necesita mostrar cierta maduración”. Chivas: “El tercer disco de NORMA está por esa ruta. Es un disco digno, tiene temas distintos. Tocamos de otra forma, creo que hay un mejor diálogo entre los instrumentos (las notas, las melodías) está más digitado todo. No es tan garagero. Por lo menos esa es la nueva vía”.
Chivas: “Intento no pensar en el oyente. Obviamente si estás en una banda tenés ganas de expresarte frente a un público. Tratar de que la obra que estés haciendo mire hacia adentro, esa es la gran lucha para mí. La concentración. Después afuera no sé de qué sirve cómo va a trabajar. Si le gusta a uno mismo es muy probable que le guste a más gente. El disco está más pensado como obra, algo que mira para adentro, sin importar lo que van a decir. Hay varios cambios que me parece que están bien, que están justificados”.
Richard: “Me quedé con el tema del que va a escuchar. Un comentario que decía Manza (Esaín: encargado de la mezcla, una vez más) es que está bueno que el grupo que ya conocés en su tercer disco tenga algo novedoso. Que haya un cambio, una madurez. Y que también tenga elementos que se identifiquen con los otros dos. No perder la gracia, la fuerza original del grupo que lo distinguió. Y en este caso sucede en nuestro tercer disco”.
Chivas: “Hay un poco de los discos anteriores y algo propio de este tercero. Eso está bueno. Hay temas que los podríamos haber grabado en vivo como el segundo o hay temas como 746 que son machacantes tipo Tv y después hay otros tipos de temas como Pañuelo, Freezer, como Mentes, como Rosa, que están en otro paquete nuevo”.
Mientras su cantante empieza a detallar las canciones nuevas, los hilos argumentativos se van desviando hacia sus contextos pero NORMA siempre vuelve, porque la banda es capaz de acabar -terminar- en sólo un minuto y nueve segundos, como en Grises. Entonces arrancan diciendo que no tocan todos los temas en vivo, que algunos todavía no se conocen.
En NORMA también existe una postura ideológica. La última pista fue Cenizas (de su segundo disco) reflexionando sobre el incendio en República Cromagnon y ahora en Pañuelo aparece un nuevo paradigma dos tonos. Richard dice: “En muchos temas hay anarquía, ironía. Acá la pregunta es ¿por qué no hay padres con pañuelos?”.
Chivas: “Es un cliché pero hecha de una manera distinta y después tiene una frase el tema que no es mía, es de Paul R. (crítico de arte). En el disco lo vamos a aclarar. Era algo que yo estaba leyendo mientras estaba armando el tema, metía cosas en mi cabeza para tratar de que salga algo y directamente la puse porque parece tan distante una frase de la otra… una estrofa de la otra, pero cuando la encontrás la unión es impresionante. El tipo dice: El juego bien ordenado tiene en cuenta el azar sin ser esclavo. Él está hablando del arte. Habla del juego. Este disco es un poco así. Y el tema con las madres… es… la vida es un juego en el fondo. ¿Qué trata de hacer uno con la vida? Pasarla lo mejor posible. Tratar de que lo que hacés esté bueno. Jugar lo mejor posible y sin joder a los otros. Eso también es una posición política. Volviendo al tema además le agregamos un sonido que lo pone en un lugar más abstracto, medio estático”.
Ugo: “Aparece un nuevo sonido. Es un detalle muy evidente en la banda si bien en los discos anteriores hay pianos, trombón. El segundo está más pelado”. Richard: “Está la guitarra de Gualberto al frente mal".
Sin pensar, simple
De Garage vuelve a insistir sobre la lista de temas y el criterio de selección. Existen canciones en sus producciones anteriores que tienen llegada y quedan al final.
Chivas: “Ahí está tu posición que está bien porque estás pensando para afuera. La lista de temas es parte de lo que vas a decir, el viaje que querés que el otro se coma. Los temas que elegimos tienen siempre un sentido, hay diálogos entre ellos. Eso hace andar el disco. Igual no estoy de acuerdo con eso porque Nasa en el segundo disco es el primer tema y Uno es un himno nuestro”.
Richard: “Son discos cortos entonces es casi que forman una unidad”.
NORMA dice: “No complicar; estamos en una etapa del juego donde lo divertido es la complejidad de lo simple. Antes lo simple salía más natural ahora hay que buscarle lo complejo a lo simple. Tiene que seguir siendo NORMA, lo que realmente nos salga del corazón”.
Ugo: “Hemos hecho un trabajo de complejizar lo simple del cual estamos muy contentos. Por eso nos llevó tanto tiempo”.
Chivas: “Las violas las hicimos con Ugo prácticamente en el estudio, arreglos enteros que no estaban hechos. Eso te lleva a preguntar por qué esperamos tanto para hacer canciones nuevas. Pienso en que los momentos en que nos juntamos son milagrosos. Todos tenemos laburos distintos, los horarios son un quilombo, entonces este disco se tiene que vender así dejamos de trabajar”, ahí sale la ironía de Chivas. Y sigue: “Y después pasarnos un mes en un estudio, así sí. El cuarto disco va a estar bueno…”.
Reflexionan sobre porqué tardaron tanto y entonces dicen de sus giras, de la cantidad de recitales y del colador de todas las canciones que salen. “Canciones había 20, 30, 40”, dice Chivas que va exagerando y se entusiasma.
Cosca: Este disco fue un trabajo muy consciente. Si alguien viene y te pone la torta vas al estudio y grabás veinte temas más. Con el segundo fue un poco distinto. Cuando lo terminamos de grabar estábamos bastante cansados y salimos a tocarlo en vivo. Hoy es distinto, todavía no salió el tercero y ya tenemos seis temas.
En el cuarto donde NORMA habla hay un plasma con el partido de Argentina contra Albania. Messi acaba de meter un gol con la mano, hay una forma en el salto muy parecida a la del Diego contra los ingleses, pero la pulga no logra disimularlo. El árbitro cobra el indirecto y el diez de la selección nacional sale del área con media sonrisa. Chivas es el que advierte lo ocurrido y también el que se aburre cuando no opina. Ugo, que no se sienta nunca, hace de papá y los jode: “No deliren boludos, ¿en qué estábamos?
Justo en ese momento hablan sobre Frezeer y Richard dice: “En el 2018 no va haber más ártico loco. La imagen del disco es apocalíptica. Para cada uno hay muchas interpretaciones, hasta de fútbol hay relación”.
Chivas: “Hay muchas imágenes adentro de Freezer. Fue tipo Warhol: se te aparecen”. R: “Son temas que vienen con una energía extra, Warhol tenía eso. Nacen como más maduros”. Chivas: “Son como temas medio ochentosos (los otros tres no afirman) quizás a The Cure”. Cosca: “A mí me llegó más Joy Division que The Cure”. Chivas: “Pero van con ese sentido de oscuridad pop. Es toda la asociación que se va haciendo de relaciones frías. También es una descripción de un momento de una relación”.
-¿Cuándo agarra el Hacha NORMA?
Richard lo acusa a Cosca: “Para cortar los temas. Tiene un Sound Forge, no un hacha”. Chivas: “En realidad es un tema de amor. Porque no se trata del hacha como herramienta, el palo con un kilo de hierro. Es más bien como una herida. Un hachazo tendría que ser, pero bueno: el hacha en la cara o el hacha en tu cama. Y después es tratar de olvidar los recuerdos y algunas otras boludeces”.
NORMA: “El video de Grises está grabado en Colombia. Son registros que hicimos con Radio Alterna, Álbaro se re copó. En realidad no conocimos mucho la ciudad porque estuvimos trabajando un montón adentro de esos estudios. Vivíamos en el estudio, literal. Colombia fue increíble, muy productivo. Son los pequeños premios que vas cosechando por tanto trabajo. Mucho trabajo mental. Fue significativo para el disco también, muchos temas cerraron allá. Y todo con la guitarrita”.
Como se advirtiera, NORMA va relatando su mundo y así también construye su tercer disco. De manera más bien natural la banda presta su testimonio para que DG sea uno de los primeros medios que tenga los detalles de su próxima placa. Hay que recordar que el año pasado sacaron un adelanto como para calmar las ansias. En ese ep, de edición limitada, había tres temas: Freezer, 746 y Habitación.
Richard a cargo, siempre, del arte de todo lo que saque la banda explica: “La idea es generar objetos de colección, nunca más en la vida los vas a tener. Porque está la posibilidad de hacer pocos, entonces que estén buenos y que tengan algún detalle artesanal como para que te quede el objeto. Después las canciones están colgadas y si las querés escuchar te las bajás y listo. El chiste de tenerlo editado es generar el objeto”.
NORMA también participará este año del compilado que editará el sello Concepto Cero homenajeando al Eternauta. La canción ya rota por las radios y está colgada en sus sitios: Facebook y Myspace, no más. “Las páginas no sirven para nada”, dicen.
Chivas ya hace un rato que se quedó callado. Se revuelve los pelos y está inquieto. Lee algunos machetes y propone una nueva escena: “¿Che y si tocamos media horita?”. Entonces antes de que NORMA suba la empinada escalera que los lleva a su sala de ensayos piensan dónde podrían presentar el disco: “En el Gran Rex, pero seguramente lo presentemos en Pura Vida, estaría buenísimo hacer tipo un ciclo de jueves con la presentación”.
Hay un último punto que inevitablemente los lleva a querer agarrar sus instrumentos: Pura Vida. Dicen: “El mejor lugar de La Plata en su historia. El Tinto Bar, Boulevard del sol, en la Plata siempre hay un lugar donde está la posta. Lo que pasa es que ahora en Pura Vida está Diego, que es una persona increíble, puso un bar para hacer movida, no apunta a llenarse de guita. Los otros fueron de pedo porque la gente se juntaba ahí, ahora es al revés, Diego puso Pura Vida para que la gente se junte ahí. Ahora todas las bandas de Capital quieren tocar en Pura Vida. Conceptualmente es el mejor bar de la historia del rock platense”.
NORMA vuelve a sus tres patas porque Ugo debe retirarse. Chivas tira los arreglos de nuevas canciones y tocan: tienen machetes, tienen cuadros, tienen electricidad. Hay canciones nuevas de ese cuarto disco que va a estar buenísimo según su cantante, suenan también en el ensayo algunas de las canciones de a que todavía no se conocen.
Antes de irse Ugo dice: “Made in La Plata. Hecho por nosotros, producción platense”, grabado en los estudios cuyo nombre Ugo grita (sí Ugo también grita) Tolosa. “La Burbuja de Tolosa”, como le dice Leo González Hueso (conductor de Tómalo con calma) y desaparece por el pasillo, oscuro.
Mientras tanto, desde el cuarto de arriba el míster grita: “Si no le obedecen no tiene poder. Si no le obedecen no tiene poder”. Y todos los infradotados son felices y juegan azarosos con la a.
Nota publicada en De Garage – Diario de rock. Como una amiga dice: “Siempre es mejor la versión en papel.
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